LA APLICACIÓN DE LAS COMPETENCIAS DEL DOCENTE
Ing. Elvia Aurora León Urquídez.
Docente del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario No. 25
INTRODUCCION:
El hacer conciencia en lo que hay que hacer y como formarnos como docentes en la tendencia de la RIEMS, con los contenidos que cuenta este programa, se logra el que nosotros como profesores visualicemos lo que hay que integrar a nuestra práctica docente relacionado con lo Teórico Metodológico y Procedimientos que se afirman en la RIEMS que se basan en la construcción de competencias. Pero para esto se ha analizado que el Docente de Educación Media Superior necesita vitalizar sus retos desarrollar más sus habilidades, encontrarse consigo mismo en el que hacer, tomando en cuenta diferentes valores y desarrollar más las relaciones humanas, la afectividad.
DESARROLLO
La OCDE en un estudio titulado DeSeCo (The definition and selection of key competencies Executive Sumary. OCDE, pag. 4) define competencia como la capacidad para responder a la demanda y llevar a cabo tareas de forma adecuada. Cada competencia se construye través de la combinación de habilidades cognitivas y prácticas, conocimiento, motivación, valores, actitudes, emociones y otros componentes sociales y conductuales.
Una competencia se compone de: atributos personales, desempeño de funciones y las condiciones en que se realizan, las cuales ponen énfasis en el valor de los recursos humanos para el desarrollo económico y social. Centra la atención en el aprendizaje, tanto en lo educativo como para su participación en el sector laboral, se adapta mejor a la necesidad de cambio y adaptación flexible.
La formación por competencias implica cambios en: una enseñanza centrada en el aprendizaje de los estudiantes, en torno a problemas, proyectos haciendo trabajos de manera personal y una evaluación por demostración.
Para esto es necesario cambiar algunas prácticas de los docentes, principalmente “La actitud”, tener “Disposición”, para que la Reforma Integral se pueda dar de manera efectiva.
A pesar que el papel del docente ha sido analizado y revisado por muchas teorías educativas, la realidad que se vive, en nuestras aulas, este procede como reproductor del conocimiento libreril, además el estudiante debe aprobar y admitir sin comprobar su utilidad, de esta manera favorece la conjunción de dependencia y esto lo imposibilita a desarrollar una conciencia crítica y un conocimiento creativo.
La Reforma Integral de la EMS reconoce que el fortalecimiento de la práctica docente es la formación continua, y presenta las Competencias que expresan el Perfil del Docente de la EMS para facilitar la formación de los docentes a lo largo de su trayectoria profesional, y obtener logros de calidad educativa, que se verán reflejados cuando el egresado se desempeñe adecuadamente en su Educación Superior, cuando se integre adecuadamente al contexto social, cuando utilice los conocimientos, habilidades, actitudes y valores en su vida diaria.
Para esto será necesario definir indicadores de desempeño docente específicos para las competencias y sus principales atributos como es que: “Evalúa y da seguimiento y apoyo a los alumnos en relación con sus procesos de aprendizaje y su trabajo académico”, “improvisa soluciones creativas ante problemas e imprevistos surgidos en el salón de clases” e “impulsa procesos de mejoramiento en la escuela”, comprendí que es necesario ser creativos se debe tener un amplio dominio de la técnica, del manejo de materiales y que a través de la experiencia se desarrolle el arte de enseñar ya que se requiere de un dominio de las asignaturas, de las técnicas de enseñanza y del manejo de los materiales disponibles, para enseñar primeramente debemos motivar a nuestros alumnos para que ellos deseen aprender. Si no existe este deseo, no habrá un aprendizaje significativo. Por esto es importante que tengamos confianza y mostremos alegría de trabajar la asignatura con nuestros alumnos, de tal manera que desarrollemos competencias no solo en aptitudes si no en actitudes o valores, bajo la nueva cultura laboral y mejora continua.
Las competencias del docente y del bachiller, representan las estrategias transversales del currículo. Una vez articuladas para su aplicación, a imagen y semejanza de un telar atraviesan y entretejen lo elementos estructurales del sistema educativo en general. Naturalmente, estas estrategias se inscriben también como parte de la corriente aceptada de aprendizaje a lo largo de la vida.
La construcción de estrategias de aprendizaje implica la integración de estos elementos: Capacidades, destrezas y valores – actitudes como fines y contenidos como medios (y la forma de conseguirlos), a partir de ahí identificamos las actividades del aula para fomentar las competencias: Organizar y animar situaciones de aprendizaje, Gestionar la progresión de los aprendizajes, Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación, Implicar al alumnado en su aprendizaje y en su trabajo, Trabajar en equipo, Participar en la gestión de la escuela, Informar e implicar a los padres y madres de familia, Utilizar las nuevas tecnologías, Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión, Organizar la formación continua.
Además de considerar que una competencia incluye habilidades, conocimientos, actitudes y valores, se debe pensar tomando en cuenta la respuesta a los siguientes cuestionamientos: ¿Qué? Es el logro a alcanzar de la persona y está en función de un verbo, ¿Cómo? Indica la forma de llegar al logro de cumplir la acción del qué?, ¿Para qué? Expresa la unidad de este logro, lo que puede realizarse ¿Qué hará con ello la persona?
Cualquier modelo Pedagógico que plantee estas cuestiones será una buena opción para el trabajo docente.
Y está claro que la educación por competencias es la tendencia en nuestro país y que por ese motivo requiero como docente estudiarla para conocerla y comprenderla además de identificar las opciones que hay par su implementación. Asumir esta responsabilidad implica que debo aprovechar las acciones de formación y capacitación que me permitan desarrollar competencias como docente para mejorar mis acciones en lo pedagógico y didáctico que ayuden a modificar mis prácticas docentes.
CONCLUSION.
De hecho, la práctica docente está influida y determinada por distintos factores, entre ellos, el contexto social, los programas de estudio y los horarios de trabajo, las condiciones del ambiente escolar, y la cultura en general; pero también la práctica docente tiene una correspondencia, una relación con la trayectoria de los maestros, es decir, sus experiencias como docentes, su formación personal y profesional tanto en su disciplina científica como en aspectos pedagógico didácticos.
En ese contexto, la práctica docente debe realizarse en un ambiente de trabajo óptimo, instrumentos didácticos apropiados (texto científicos que inviten a la reflexión e investigación) tanto para el alumno como el docente. La práctica docente, en estas condiciones está orientada al logro de un aprendizaje significativo de calidad.
En el caso del diseño de la práctica docente, esta acción emerge hoy como una actividad fundamental dentro de las competencias del profesor. El eje de controversia en este momento es el profesional de la docencia.
Su figura aparece hoy como factor prioritario de la tan deseada mejora educativa. Él es el responsable del acontecer educativo diario. Su actuación es la clave que determina el flujo de los acontecimientos en el aula; y las estrategias que emplee para la forma de abordar la práctica, dependen por lo tanto de la calidad y naturaleza de los procesos de aprendizaje para la formación de las nuevas generaciones.
Este cambio trasciende el trabajo sobre la materia en que se especializa a un repertorio más amplio de competencias entre ellas: el diseño de la práctica docente.
Argumentar la práctica docente para dar cuenta de los planteamientos que se hacen sobre la misma, y conocer su impacto como resultado de la su aplicación en los programas de asignatura. Y por último es importante combatir o afrontar las resistencias al cambio: tanto de maestros como de alumnos.
Los docentes debemos cumplir con las tres condiciones básicas relacionadas con las propias competencias inherentes a nosotros: Estar inmersos en un proceso de formación continua, participar en la gestión institucional de nuestro plantel y ser capaces de generar un acuerdo de trabajo colaborativo y cooperativo institucional.